Couverture de Lecturas del Bosque

Lecturas del Bosque

Lecturas del Bosque

De : Camilo Vadillo
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À propos de cette écoute

Comentarios e ideas sobre literatura y lectura de fragmentos para quien está buscando algo bueno para leer, o para quien aprende español como lengua extranjera y ya tiene un nivel de intermedio a avanzado.

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    • #30 La Carretera - Cormac McCarthy
      Sep 1 2025
      La carretera Acabo de leer la Carretera, de Cormac McCarthy, y me impactó. Tal vez porque tengo un hijo de 6 años y ser padre es uno de los aspectos fundamentales de ser la persona que ahora mismo soy, o intento ser. El libro cuenta la historia del camino de un padre con su hijo hacia el sur, a través de un mundo que ya ha muerto. Todos los días son nublados porque ya no brilla el sol, y las noches sin estrellas son más oscuras que la oscuridad. Siempre hace frío, y no hay comida, todo ha muerto.Los sobreviventes vagabundean buscando refugio, latas de conserva y cuidándose de las barbaridades que pueden hacerse los unos a los otros.Pero el autor no gasta palabras en describir este mundo post apocalíptico, sino es brevemente a través del día a día entre padre e hijo. Es a través de ellos dos que vemos lo que pasó, lo que pasa, y lo que podría pasar. La historia te hace sentir varias cosas, pero hay algunas que son constantes de principio a fin. La primera es el terror. Justamente el otro día hablaba con un amigo sobre el terror en la literatura y de cómo normalmente me parece difícil asustarse leyendo libros, que normalmente las historias narradas oralmente asustan más que las escritas, por la entonación de la voz, por las pausas, los silencios, porque el narrador puede sentir a los que lo escuchan y los que lo escuchan pueden sentirlo a él. Pero este libro me mantuvo asustado todo el tiempo. No porque pasen cosas terroríficas todo el tiempo, sino porque uno sabe que en cualquier momento podrían pasar, incluso sin que el narrador lo mencione. Cada vez que el niño tiene que esperar a su padre mientras entra a alguna casa abandonada a buscar algo para comer, y el narrador va describiendo lo que el tipo hace en la casa, como revuelve la basura, como mira si hay algo que pueda arder, como trata de encontrar algún par de zapatos… uno se queda con el corazón en la boca pensando en el niño que lo espera afuera, flaquísimo y asustado, sin tiempo de jugar.La segunda, y en contraste con la primera, es la belleza. El libro está bellamente escrito. Escenas cortas, frases cortas, como si las palabras fueran tan valiosas como la comida. Una prosa cargada con destellos de poesía, que tanto en lo que dice, como en lo que esconde, nos maravilla nuevamente del hecho de estar vivos en este mundo encantado en el que todavía se escuchan los pájaros cantar. Tal vez sea por la presencia de esta belleza que nos aterroriza tanto pensar que al niño le pase algo. McCarthy tuvo la capacidad de hacernos ver en él a todos los niños del mundo, y queremos, desesperadamente, que se salve. Y que con él se salven simbólicamente todos los niños que no hemos podido y los que nunca podremos salvar. Pero, en semejante contexto, ¿qué significaría que se salve? Esta es otra cuestión que se siente presente durante toda la historia. Están yendo hacia el sur escapando del frío, pero no hay ninguna esperanza de que las plantas revivan, o de que el sol reaparezca. En el sur tampoco hay comida y en cualquier lugar encontrar otras personas puede ser un peligro mortal. Me imagino que esta tercera cuestión es sobre el sentido de la vida. En semejantes condiciones no sería mejor morir? Tal vez. De hecho, varios años atrás, cuando el viejo revolver que llevaban para casos de emergencia todavía tenía 3 balas en vez de 2, la madre del niño se había decidido por el suicidio. Y se habría llevado también al niño de haber podido. Para ella era la mejor forma de cuidarse y de cuidarlo, para ella era un acto de autopreservación, incluso de amor. No la juzga el padre, ni el hijo, ni el narrador.Por otro lado están los que deciden seguir viviendo, o sobreviviendo. Pero por qué, o para qué. O acaso tiene que haber una razón más allá de la vida misma insistiendo en existir? Son preguntas que van y vienen mientras acompañamos a padre e hijo por los restos desolados de un mundo erigido sobre las crueldades del nuestro.Recuerdo que cuando tenía unos 11 o 12 años preguntaba en casa para qué vivir si de todas formas algún día nos vamos a morir y se acabó. En las familias religiosas sería fácil responder hablando sobre el paraíso, sobre la vida después de la muerte, o sobre la reencarnación y algún acercamiento paulatino a alguna perfección.Pero en un mundo lleno de masacres y barbaries como el nuestro, a veces es difícil hablar de un dios que se esconde en el libre albedrío que nos dió, o sobre cualquier otra esperanza divina. Una de las frases que se me quedó de la novela dice: “no hay Dios y nosotros somos sus profetas”. Pero a pesar de que el mundo parece estar desprovisto de cualquier tipo de sentido, y de propósito, ya sea humano, o divino, el padre decide resistir, continuar. Un día el niño le pregunta qué fue lo más valiente que ha hecho en la vida. Y el padre le responde: levantarme esta mañana. Luego el niño le pregunta si lo dice de ...
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      13 min
    • #29 Crónica de una muerte anunciada - Gabriel García Marquez
      Jun 19 2025
      Como buscando un juguete de infancia, ayer busqué Crónica de una muerte anunciada. Fue uno de los libros que leímos en la escuela cuando era adolescente. No me acuerdo como se llamaba nuestra profesora de literatura, pero era bajita, de pelo corto, y le gustaba usar micrófono para dar su clase. No había ninguna necesidad. Nuestro salón era una miniatura y los parlantes de la radio a la que enchufaba su micrófono de alasitas, parecían de mentira; pero cuando agarraba el micrófono, se engalanaba toda, erguía su cuerpecito altiplánico hasta parecer más alta, y pronunciaba con tanto cuidado y autoridad cada letra de cada palabra, que desaparecía su acento occidental y nadie se animaba a interrumpirla.Esto fue hace más de 20 años, yo tendría unos 13, y me acuerdo que cuando leímos Crónica de una muerte anunciada, le gustaba hablarnos sobre no sé qué técnicas narrativas, y le gustaba mucho el hecho de que comience en el final, y cómo se generaba tensión aunque uno ya sepa en qué termina la historia. Nos hablaba de tradiciones antiguas, del conservadurismo, y de cuidar virginidades.Y yo creo que nosotros no entendíamos mucho de lo que nos estaba diciendo, ni qué nos quería decir. Al menos yo no. Todo parecía tan lejano, tan ajeno. Sábanas manchadas de sangre, tipos destripados en la puerta, y uno pensando qué comer en el recreo. Es complicada la pubertad. Estábamos aprendiendo a conocer las cosas de este mundo.Entonces ayer volví a leerlo, como desempolvándome a mi mismo, casi como volviendo a desconocer el mundo conocido.“ El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana…” García Marquez tiene las mejores frases de apertura. Y sí. Comienza por el final. Y aunque no sea una historia de misterio, a partir de ahí uno quiere saber por qué lo van a matar. Que no lo sabemos al final, sino a la mitad del libro, y después uno quiere saber si de verdad hizo lo que dicen que hizo, y después uno quiere saber qué pasó después de que lo matan. El hecho de estar escrito como una crónica periodística, y de que el mismo García Márquez sea narrador y personaje, que mencione y aparezcan sus hermanos, su madre y sus amigos, le da un gran fuerza de persuasión y realidad.Desde esa primera frase, el dramatismo y el sentimiento de fatalidad van en aumento. Por ejemplo, cada vez que alguien se despide de Santiago Nasar, el narrador no se olvida de mencionar que esa fue la última vez que lo vieron. La certeza que tenemos de que a este tipo lo van a matar, convierte en graves y solemnes los más triviales detalles de su vida cotidiana, y en trivial y hasta absurda cualquier consideración solemne que pudiera llegar a tener. Pero más allá de las técnicas narrativas y de la historia en sí, como tantas otras veces con García Márquez, lo que más me maravilla, es esa sensación que nos deja sobre la inevitabilidad de la vida que nos toca vivir. Sus personajes muchas veces no toman las decisiones más importantes, sino que son tomados por ellas. Hay decenas de ejemplos: José Arcadio Buendía matando a su vecino, Fermina Daza cuando se encuentra a Florentino Ariza en el mercado y de la nada se esfuma su encanto de amor, o aquí mismo, en Crónica de una muerte anunciada, Bayardo San Román estaba durmiendo en su hamaca cuando vió pasar a Ángela Vicario y de pronto supo que se casaría con ella. Los personajes creen que son libres y deciden. Pero el espacio del libre albedrío se ve drásticamente atacado y reducido por la Historia y la cultura, por el entorno que los rodea, por los genes y la sangre, por el nombre con el que les toca cargar, y hasta por el lenguaje que usan para hablar y pensar. Y cuando sí deciden, sus decisiones están marcadas por fuerzas invisibles, que tienen su propias lógicas, algunas más indescifrables que otras, pero todas completamente ajenas a la razón.Uno podría pensar que se parecen a nosotros.Pero aunque esté dirigida por los caprichos de la fortuna , la vida nunca es monótona ni aburrida, al contrario, sin dejar de ser cíclica, nos presenta una infinitud de posibilidades. Y aunque a veces pueda ser terrible y cruel, jamás es triste y melancólica. Siempre es una fiesta espectacular, de que al final nadie saldrá vivo. En fin, podrían haber habido tantas maneras de contar la historia de esa muerte anunciada; pero él la cuenta de tal manera, que no nos queda más remedio que aceptar el mandato ineludible del destino: que a Santiago Nassar le había llegado la hora y que tenía que morir, que aunque todo el pueblo sabía que lo iban a matar, nadie podía impedirlo, y que a pesar de intentar evitarlo contándoselo a medio mundo, a los gemelos Vicario no les quedó otra opción que tener que matarlo.Ahora entiendo por qué lo daban en el colegio. García Márquez era un ídolo continental, el libro es corto, fácil de leer, y con temas interesantes para debatir ...
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      9 min
    • #28 Gracias a la vida - Violeta Parra
      May 26 2025


      Hoy desperté lleno de dicha.

      Con una alegría tranquila y plena. Tan tranquila que se podría confundir con cierto tipo de tristeza. Me imagino que algo parecido deben sentir los profetas cuando saben lo que tienen que saber.


      El algoritmo que anda sugiriendo qué música escuchar debe estar mejorando, porque en el desayuno me puso esta canción de Violeta Parra, que tradujo la emoción con la que desperté.


      Hay canciones que son grandes obras literarias, y

      Gracias a la vida es una de ellas. Una canción preciosa, como un encanto que conjura en un par de minutos lo bello que es vivir.


      Irónicamente, un año después de escribir esta canción, Violeta Parra se mató. Yo no la juzgo. Solo lo menciono porque no se puede hablar sobre la vida, y evitar la presencia de la muerte. Siempre está ahí, aunque no se la nombre.


      Cuando hablamos sobre cómo queremos vivir y enfrentar la vida, nuestras palabras son como un reflejo de cómo esperamos recibir la muerte.


      Si pensamos que en el momento en que nacemos comenzamos a morir; vivir y morir se vuelven casi sinónimos.


      Ya Séneca hablaba sobre que aprender a morir es aprender a vivir. Decía: “quien aprende a morir desaprende a ser esclavo”.


      La idea de la muerte como algo negativo no nos deja vivir bien. No podemos vivir como si fuésemos inmortales, sin tener presente nuestra finitud. Pero tampoco podemos vivir apresurados, pensando que la vida es corta. “Los ocupados no tienen tiempo para nada, pero no viven.”


      La vida no es corta, dura lo que tiene que durar.


      Séneca diría que 10 mil años no serían suficientes para quien no ha aprendido a vivir. O a morir. Que a veces parece que es lo mismo, aunque no sea igual.


      Si algún día los nietos de mis nietos llegan a escuchar este mensaje, que sepan que su ancestro intentó vivir en paz con la muerte, y que si alguna vez me hizo llorar, fue solo porque no pudo evitarlo.


      Ahora la canción, leída, para que resuene una vez más.


      Gracias a la vida que me ha dado tanto

      Me dio dos luceros que, cuando los abro

      Perfecto distingo, lo negro del blanco

      Y en el alto cielo su fondo estrellado

      Y en las multitudes, el hombre que yo amo


      Gracias a la vida que me ha dado tanto

      Me ha dado el oído que en todo su ancho

      Graba noche y días, grillos y canarios

      Martillos, turbinas, ladridos, chubascos

      Y la voz tan tierna de mi bien amado


      Gracias a la vida que me ha dado tanto

      Me ha dado el sonido y el abecedario

      Con él, las palabras que pienso y declaro

      Madre, amigo, hermano y luz alumbrando

      La ruta del alma del que estoy amando


      Gracias a la vida que me ha dado tanto

      Me ha dado la marcha de mis pies cansados

      Con ellos anduve, ciudades y charcos

      Playas y desiertos, montañas y llanos

      Y la casa tuya, tu calle y tu patio


      Gracias a la vida que me ha dado tanto

      Me dio el corazón que agita su marco

      Cuando miro el fruto del cerebro humano

      Cuando miro el bueno, tan lejos del malo

      Cuando miro el fondo de tus ojos claros


      Gracias a la vida que me ha dado tanto

      Me ha dado la risa y me ha dado el llanto

      Así yo distingo, dicha de quebranto

      Los dos materiales que forman mi canto

      Y el canto de ustedes, que es el mismo canto


      Y el canto de todos que es mi propio canto


      Gracias a la vida












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