A veces, el tren de los sueños pasa antes de que llegues a la estación. Entonces tienes dos opciones: verlo alejarse para siempre, o recorrer a pie el andén y seguir persiguiendo tus deseos. Y eso decide hacer Blu Rocchini, que vive en Florencia, en un piso compartido con otras tres jóvenes, todas más o menos treintañeras, todas más o menos con una vida sentimental complicada. Blu tiene un sueño: trabajar en el mundo de los libros. Primero prueba suerte brevemente en una editorial especializada, y después en una gran cadena de librerías. Hasta que toma una decisión: abrir su propia librería. Pero la vida no es fácil para una pequeña librería independiente… hasta que… Blu tiene una idea: transformar los libros en «fármacos», con sus indicaciones terapéuticas y su posología, para sanar el alma de las personas.

Nace así la Pequeña Farmacia Literaria, que no tarda en cosechar un enorme éxito. Lástima que ahora Blu tenga otras cosas en la cabeza: ¿cómo dar con el chico maravilloso que parece salido de las páginas de El gran Gatsby, con quien pasó una velada inolvidable, pero a quien no se le ocurrió pedir el teléfono? Blu descubrirá que, a veces, los sueños están mucho más cerca de lo que imaginamos. Basta con saber reconocerlos. Al comienzo de cada capítulo hay una cita de un libro que, al final, en un epílogo, está incluido como una prescripción médica con indicaciones, posología, interacciones, efectos secundarios, etc.