Los detectives de Homicidios de la Policía de Los Ángeles descubren un cuerpo enterrado en el campus de la Universidad de California de Los Ángeles. No pueden identificarlo por sus propios medios, y llaman a Jayne Hall y Steelie Lander de la Agencia 32/1. La agencia se dedica a revisar y actualizar los informes de personas desaparecidas para ayudar a identificar los miles de cadáveres acumulados en las morgues de Estados Unidos. Jayne y Steelie trabajan contra reloj, su agencia sin ánimo de lucro se queda sin recursos: los fondos se agotan, la recepcionista voluntaria no puede hacer más horas, y apenas pueden mantener un seguro médico básico.

Las antropólogas forenses, Jayne y Steelie, asisten a los detectives en la identificación de un cadáver de origen mixto. Por casualidad, encuentran un cuerpo de otro alumno de la UCLA, también mestizo. Al sospechar de que puede tratarse de crímenes de odio en un contexto universitario, involucran al FBI. Los agentes especiales Scott Houston y Eric Ramos se unen a la investigación. El caso los lleva a un asesino obsesionado con la "pureza racial", atrapado en un laberinto de teorías conspirativas extremadamente radicales. La situación se convierte en una cuestión de vida o muerte cuando descubren que Jayne es el próximo objetivo del asesino.