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Desde niños aprendimos esta oración que nos enseñó el mismo Cristo. Vale la pena mirarle a Él, y pedirle que nos enseñe a rezarla con todo nuestro CORAZÓN.

Son tantas las cosas que le repetimos a la Virgen en él Avemaría, que merece la pena que le recemos con calma.

En el silencio de corazón brota un canto a Dios, una plegaria a la Trinidad Una y Santa.

Adviento días de espera "esperanzada". ¡Ven, Señor, no tardes! Dios con nosotros. Gracias Señor por tu Encarnación.

Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra, para que así la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros fruto abundante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

En el monte de las Bienaventuranzas, el Señor nos abre un horizonte distinto y apasionante de santidad.Abre tu mente y corazón para escuchar su voz en aquel monte, y mírale, contémplale y escúchale. Tiene mucho que contarte.

“Con su Cruz a cuestas marcha hacia el Calvario, lugar que en hebreo se llama Gólgota. (Joann., XIX, 17.) –Y echan mano de un tal Simón, natural de Cirene, que viene de una granja, y le cargan la Cruz para que la lleve en pos de Jesús. (Luc., XXIII, 26.)Se ha cumplido aquello de Isaías (LIII, 12): cum sceleratis reputatus est fue contado entre los malhechores: porque llevaron para hacerlos morir con El a otros dos, que eran ladrones. (Luc., XXIII, 32.)Si alguno quiere venir tras de mí... Niño amigo: estamos tristes, viviendo la Pasión de Nuestro Señor Jesús. –Mira con qué amor ...

San José nuestro Padre y Señor.

El mejor camino para ir a Jesús

¿Sabes qué dice San Juan sobre el AMOR?

Para poder dar misericordia, necesitamos recibirla de Dios: mostrarle nuestras heridas, dejarnos curar, dejarnos querer. En un mundo «a menudo duro con el pecador e indulgente con el pecado», el salmo miserere –ten misericordia de mí– es la gran oración del perdón que libera el alma, que nos devuelve la alegría de estar en la casa del Padre.

DIAS DE ALBANZA Y ADORACION A DIOS

Silencio. Recogimiento. Escuchar al Dios que no deja de hablarte.

Tiempo para callar, tiempo para rezar, tiempo para adorar.

«EL SEÑOR ha resucitado de entre los muertos, como lo había dicho; alegrémonos y regocijémonos todos, porque reina para siempre. Aleluya». La Iglesia, con la antífona de entrada para la Misa de hoy, nos invita a todos a unirnos en coro a esta exclamación de alegría. El domingo de Resurrección es un misterio tan grande que la liturgia no solo le dedica un día, «sería demasiado poco para tanta alegría», sino toda esta semana, formando la octava de Pascua. Estos ocho días son como un largo domingo, porque no es posible contener en veinticuatro horas el gozo de saber que Jesús, ...

Vida oculta, vivir cada día dándoles a cada segundo vibración de eternidad

Mes a mes ofrezco algunas reflexiones que al hilo del Evangelio puedan ayudarnos a hablar y, sobre todo, a escuchar al Señor.

Siguiendo los pasos de San Josemaría

Dias de silencio y oración junto a nuestra Señora de Fatima

Como los pastores y los Magos, vayamos presurosos a adorar al Niño Dios que ha nacido.